Hiperrealismo
¿Puede un hombre con su destreza manual lograr semejar la realidad detallada sobre su óleo? Mirando obras del Hiperrealismo, podemos comprobar que si.
Muchos estudiosos de la historia se han referido al hecho concreto de plasmar imágenes casi indescriptibles de la realidad en sus más disímiles obras pintorescas.
Es fantástico apreciar un cuadro a base de óleo fino y trabajado donde lo real se engalana ante el ojo humano que lo percibe, más allá de ser especialista o no de la materia en cuestión.
Pero, quizás categorizar a esta ilusión como hiperrealismo nos hace indagar detalladamente en el significado de tan mencionada palabra en tantos y tantos pintores y artistas de todos los tiempos.
No es necesario recurrir a un diccionario de la lengua española para saber que se relaciona con el logro de imágenes de la naturaleza, los hombres y la sociedad donde viven de modo que alcancen un punto de realidad más allá de lo explicable haciendo uso de combinaciones de colores, formas y tamaños para así alcanzar un reflejo casi perfecto de lo que se desea exponer.
Entonces, podemos concluir que el hiperrealismo no es más que una tendencia de este arte, la cual tuvo su origen en los Estados Unidos de América durante el siglo XX y que perseguía como objetivo fundamental realizar una reproducción lo más fiel y objetiva de lo real y maravilloso.
Elemental por naturaleza, este puede confundirse con el fotorrealismo, pero en este caso no pasa de ser menos radical.
Sin embargo, sabías que: el hiperrealismo no es utilizado solamente en la pintura, sino que también existen escritos que se refieren a su uso en la escultura y las historietas.
Origen Del Hiperrealismo
Su origen se retroalimenta en una tradición multicultural que tiende a erguirse tras la sutileza minuciosa en busca de una reproducción casi exacta y perfecta de la realidad haciendo uso de técnicas de tratamiento de imágenes para así lograr con la pintura al óleo o en ocasiones la escultura manual un detallismo inexplicable muy semejante a la fotografía real.
Convertir en temas pintorescos, la realidad caracterizados por una exactitud extrema de cada uno de los detalles y en contraste con la alucinación de ese efecto espacial de carácter universal son características únicas de este modo tan peculiar de alcanzar lo real a través de nuestra agilidad manual.
Los pintores hiperrealistas tienden a marcar la diferencia entre el objeto de la realidad y lo similar llevado al lienzo.
Es importante aclarar que la fotografía es uno de los recursos más utilizados en este proceso donde se intenta por todos los medios semejar esa realidad fotográfica plasmada para de esa forma llevarlo fielmente al lienzo a través del hiperrealismo.
Robert Nottingham, Richard Malean y otros, como John de Andrea, exaltan su personalidad en esta labor de estirpe estadounidense y que ha cruzado los obstáculos más allá de sus fronteras para convertirse en una evidencia concreta en numerosas partes del mundo, ganándose un lugar en la historia del arte universal de todos los tiempos.
La utilización de fotografías familiares, recortes de imágenes de periódicos u otra forma de recopilación visual de retratos se han convertido en las herramientas utilizadas por muchos pintores para traer a sus lienzos oleosos los detalles más parecidos a la realidad que se muestra.
Cabe mencionar la destacada labor del francés Christian Boltanski, el alemán Gerhard Richter o simplemente el americano Richard Artschwager quien plasma sus fotografías de interiores a una superficie conocida como celotex con un granulado de fino aspecto al que aplica una mano de pintura negra y blanca utilizando la ligereza de sus manos.
La escultura también ha sido un punto de mira de muchos hiperrealistas, como el americano Duane Hanson, con su reproducción en tamaños estándares de personajes pertenecientes a clases trabajadoras.
¿Cómo logran tan real efecto los artístas del hiperrealismo?
No se puede decir a ciencia a cierto, debido a que este efecto se logra por el trabajo arduo del pintor, mas sin embargo, en el yeso, la fibra de vidrio y poliéster, el ensamblaje y el pintado de color carne parecen radicar el secreto de tan impactantes esculturas.
Camellos y desnudos hiperrealistas solieron ser pasiones de tan renombrados artistas como Nancy Graves y el propio John de Andrea.
En el caso español, algunas de las figuras más relevantes del hiperrealismo serían los pintores Antonio López o Eduardo Naranjo, dos artistas que en cada obra trabajaron con excelencia hasta lograr cuadros tan reales como la imagen fotográfica que hoy día podemos tomar a partir de objetos tecnológicos de considerable avance.
Es por ello que en España, se puede afirmar que, son ambos los padres de esta tendencia de realidad e indiscutible belleza.
En los tiempos de hoy, se destaca la personalidad hiperrealista de Claudio bravo, originario de Chile, quien ha consolidado su arte por más de medio siglo haciendo gala de sus bodegones, dibujos, pinturas de tela, y otros medios para lograr un cambio radical en el hiperrealismo condicionando una imagen abstracta caracterizada por el perfeccionismo.
Una pregunta sencilla nos puede resurgir inesperadamente ¿Cómo sería posible lograr este tan maravilloso efecto en cada una de nuestras pinturas?
De hecho la respuesta es más simple de lo que pensamos.
Todo radica en algunos consejos clásicos que te brindaremos a continuación y que por cierto debemos seguir para lograr el efecto más semejante a la realidad:
1- No olvides que al pintar debemos entregar nuestras energías más internas, proyectando el amor y la pasión hacia este arte.
2- Combina colores cálidos y fríos de tal forma que logres tonalidades únicas que semejen el colorido real de las bellezas que nos rodean.
3- Compara los colores obtenidos sistemáticamente con las tonalidades reales.
4- Pinta al aire libre, en interacción directa con el paisaje, el lugar o el elemento que deseas dibujar de modo que alcances un nivel de captación visual óptima.
5- Prepara tu lienzo con delicadeza, haciendo gala de las técnicas al óleo.
6- Sé consciente contigo mismo de lo que pintas con tus manos será el reflejo de tu realidad para ser deleitado por el sentido visual de otros que como tú aprecian el arte.
Y muy importante, nunca abandones tus sueños.
Recuerda siempre que ellos son: “el comienzo de una hermosa realidad”
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